Reflexionando ... .Recuerda memórias, como sus primeras tardes muertas que sólo aquellos dos podrían llegar a resucitarlas, como aquel recinto rectangular, o su banco dicho cordialmente; dónde podían pasar horas, sin mediar palabra, les bastaba con sus sinónimas miradas de complicidad, envidiados de ellos. Dos individuos dispuestos a traspasar un mundo de ensueño sólo de la mano del otro, a su suerte.
Pero es posible, es más ,puede que un día, en un minuto algo determinado, esto acabase al abandono, es complicado .Es un hecho normal, el final de una etapa, el comienzo que dará a otra, a la que porqué ?bombardearla con preguntas sin a penas respuesta, pues tristemente en ese final inacabado, al que nunca se le hará entrega de sentimiento común .Y desde entonces, ni por aquellos cuadros que están aún por colgar. Ni por uno mismo, ni por ellos dos.
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